Las Fallas de Valencia
Una intensa música me despierta. Miro mi reloj, son las 8 de la mañana. Junto a la música, el ruido de miles de "petardos" formando melodía. Abro la ventana y me invade un olor intenso a pólvora. En la calle, esta pólvora ha formado una nube. Y dentro de esa nube, un grupo de "falleros". Junto a ellos, una banda de música bailando y tocando canciones de fiesta y alegría. ¿La razón? La llamada a la fiesta. Invitar a todo el mundo a bajar a las calles y a disfrutar de la celebración. No podemos perdernos ni un solo minuto. Y es que, estamos en Fallas y esto es "La despertà".
Me decido a desayunar en un pequeño puesto que han montado durante estos días en la esquina de la calle. Un chocolate caliente, ¡por favor!... ¿quiere usted media docena de buñuelos?... ¿buñuelos?... sí, el dulce típico de las Fallas. Los hay de "calabaza" y "normales". Un verdadero exquisito desayuno o merienda. Sin duda, indispensable durante las Fallas. Me pido unos de clabaza.
Caminando, me doy cuenta de que, en medio de cada calle, hay un monumento. Cada cual diferente. De miles de colores y estilos distintos. Unos más modernos, otros más clásicos. Representan una crítica a la sociedad.
Me acerco a uno de ellos, debe de ser importante ya que está rodeado de gente. Lo observo con atención. Hay un cartel en el que pone "Premier premi de la Secció Especial". No le falta ni un solo detalle. La figura central es muy bella. Una mujer con la piel que parece de porcelana. Lleva un vestido bordado de encaje. Parece tela, pero no lo es. Está elaborado de "cartón-piedra". ¿Cómo es posible? Es sorprendente el realismo de esta obra. ¿Quén será el autor? Me dicen por aquí que es "el artista fallero" y que ha estado trabajando durante todo el año junto a su equipo para lograr esta tremenda obra de arte. Sobre la figura central, hay otras figuras más pequeñas que al parecer las llaman "ninots". Están en equilibrio, es increíble como desafían la ley de la gravedad aguantándose tan solo de un pequeño trozo de cartón-piedra. La obra está compuesta como de "escenas" y cada una de ellas lleva un cartel en valenciano. Son "sátiras". Humor fallero. Una crítica de la sociedad.
Sigo caminando hacia el casco antiguo de la ciudad de Valencia, y me encuentro a una banda de música con un grupo de unos treinta falleros. Van cantando, y bailando vestidos con la indumentaria tradicional valenciana (trajes del siglo XVIII). Ellas "las falleras", llevan unos vestidos con infinidad de flores de colores bordadas, joyas, manteletas en oro y plata, y un peinado muy peculiar. Ellos "los falleros", muy elegantes, muchos con las "espardeñas" como calzado tradicional y algunos con el traje de "saragüell". Junto con la banda de música que siempre les acompaña, animan las calles de la ciudad durante el conocido "pasacalles".
A lo lejos, visualizo una multitud de gente concentrada. Están esperado que algo suceda. Me uno a ellos y espero. Todo el mundo mira hacia un célebre balcón: el balcón del Ayuntamiento. Allí hay unas falleras. De pronto, observo como una de ellas coge un micrófono y pronuncia la mítica frase de "senyor pirotècnic, pot començar la mascletà". En ese momento un espectáculo pirotécnico comienza. De una intensidad inimaginable, los fuegos artificiales van formando una potente melodía. Un verdadero placer para los sentidos. Y es que, son las 2 de la tarde y cada día, desde el 1 de Marzo hasta el 19, se celebra la popular "Mascletà". Cada una es diferente ya que cada día la dirige un artista pirotécnico y el 8 de Marzo, en honor al día de la mujer, es una "senyora pirotécnica".
Una vez finalizado el acto, y cuando consigo salir de la multitud, me doy cuenta de que tengo un poco de hambre...Son ya las 3 menos cuarto (la hora de comer en Valencia en fallas). Me adentro entre las pintorescas calles del "Barrio del Carmen" y en uno de sus bares, me compro un bocadillo de sepia con mayonesa. Simplemente delicioso...
Continuo mi paseo. El sol es más intenso que nunca. En esta época la temperatura es muy agradable. Me siento en un banco en la calle San Vicente, y observo como en medio de la carretera, multitud de falleros desfilan con flores en las manos.
Sigo su camino, y descubro que su destino es la Plaza de la Virgen. En ella, hay una Virgen gigante que es vestida por cada fallero con las flores que le ofrecen. Un espectáculo de flores y color a no perderse por nada del mundo. Es la "Ofrenda a la Mare de Deu" y se celebra el 17 y 18 de Marzo desde las 3 y media de la tarde. Una señora me cuenta que cada año el "manto" de la Virgen es diferente y único, y que su diseño es un secreto que se descubre en su totalidad el último día, cuando los falleros han formado su traje con las flores. Impresionante. Independientemente de la religión que se practique, ver esta bella tradición cultural no tiene desperdicio.
Un poco cansada, decido sentarme en "Lizarrán" (plaza del Ayuntamiento), para tomarme unos "pinchos" y así cenar pronto, a eso de las 8 y media, ya que todavía quedan muchas cosas por visitar. Delicioso el "cojonudo", tapa que lleva huevos, pimiento y chorizo (especialidad española).
Salgo del bar de tapas. La noche llega poco a poco y junto a ella, comienza el espectáculo visual más impresionante de la jornada. Todas las calles están decoradas con iluminaciones de todos los colores y formas posibles. Es increíble. Parece que sea de día. Pero es de noche. Sigo caminando, esta vez con destino a uno de los barrios más importantes en iluminación nocturna en fallas "El barrio de Sueca". Cientos de personas siguen mi mismo camino. Llego a la Gran Vía y desde allí, ya puedo contemplar las impresionantes Luces.
Me adentro y contemplo las luces de "Sueca y Cuba Literato Azorín". Maravilloso. El lugar que nunca se hace de noche durante las fallas. Unas calles repletas de vida y ambiente festivo, con música, barbacoas, paellas.... La gente baila por las calles. Un mundo totalmente a parte. Me adentro por el túnel de luces y admiro cada detalle, cada bombilla de color y me quedo maravillada. Ahora entiendo por qué han conseguido el primer premio en iluminación fallera. (Las calles de Valencia no solo compiten en monumentos durante las fallas, sino que también compiten en decoración e iluminación fallera).
Miro el reloj, son ya las doce de la noche, sin embargo, parece que sean las 5 de la tarde. Me percato de que se me está haciendo un poco tarde ya que tengo cita con uno de los mayores protagonistas de la fiesta "El Castillo". Camino hacia los jardines del Río Turia y observo como la multitud de gente siguen mi misma dirección. Nadie quiere perderse ese evento. La gente camina por en medio de la carretera, las calles están cortadas al tráfico, no hay coches...la ciudad tiene una magia especial.
Al fin llego a mi destino. Mientras que espero a que el evento empiece, tiro un par de "petardos" con unos valencianos muy simpáticos que me he encontrado por el camino. A la 1 de la madrugada, al fin comienza el espectáculo. Sobre uno de los puentes de los Jardines del Río Turia, observo estos increíbles fuegos artificiales que tanta gente admira. Nunca antes había visto algo así. Esa armonía de colores, esa intensidad de sonidos y esa melodía que una vez más el "senyor pirotecnic" ha conseguido realizar. Cada noche diferente y única, tendrá lugar en el "Paseo de la Alameda" el conocido "Castillo" los días 16, 17 y 18 de Marzo. Me han contado que la noche del 18 de Marzo, es cuando son los fuegos artificiales más intensos.Es la conocida "Nit del foc", así que, no dudaré en asistir.
Cuando los fuegos acaban, todo el mundo aplaude emocionado. Y es que, es en estos momentos cuando comienza la noche fallera. Me decido pues a vivirla intensamente. Paseo por las calles de la ciudad y contemplo las fallas desde otra perspectiva muy distinta a la de esta mañana: la luz de la luna. Los monumentos falleros son muy diferentes durante la noche. Están fabricados con pinturas especiales que cobran brillo y que con los focos de luz y las calles iluminadas, adquieren un encanto especial. La noche fallera es uno de los momentos más especiales del día.
Después de andar durante un par de horas, me encuentro un poco cansada y comienzo a tener algo de hambre. Miro el reloj, son las 2 y media de la madrugada. Muchos bares siguen abiertos y en las calles hay todavía más gente , si cabe, que durante el día. Me compro un churro en uno de esos "puestos" que hay en cada calle de la ciudad durante las fallas. ¿A qué hora cierran ustedes?...no cerramos en toda la noche...¿cómo?...son fallas....
Me adentro por los barrios con el fin de llegar a mi alojamiento e irme a dormir al fin, pero, de camino, me sorprende en cada calle una fiesta distinta. Multitud de verbenas y conciertos tienen lugar en las noches de fallas. La gente se divierte, baila y vive la noche fallera intensamente. Sorprendida de encontrarme este ambiente nocturno distinto en toda la ciudad, decido quedarme a disfrutar de la fiesta, ya que, pese a estar muy cansada, este ambiente solo se vive una vez en la vida.
Tras horas de baile, y varias aguas de valencia, la música de la verbena se apaga lentamente...el sol comienza a salir y presencio como la gente se esfuma poco a poco. Sin embrago, todavía quedan algunas personas que se van preparando a otro acontecimiento fallero...¡No puede ser! Los valencianos no terminan nunca la fiesta. Son las 7 de la mañana. La banda de música prepara sus instrumentos de nuevo. Un señor con un "blusón fallero" comienza a repartir unas cajas de fuegos artificiales. Todo el mundo se posiciona delante de la banda de música. El señor me mira y me pregunta si yo quiero una caja también. Le pregunto, ¿para qué es?, y con una sonrisa me responde...para la "despertà"...¿quieres participar?....dubitativa sonrío, cojo la caja y enciendo el primer "petardo" con el fin de llamar a toda la gente a la fiesta. Un nuevo día de fallas comienza...no podemos perdernos ni un solo minuto, esto es la "despertà"....
....a mi abuela, que me inculcó ese amor por "las fallas", "la ofrenda de la Mare de Deu" y la "indumentaria valenciana" desde,casi, antes de nacer...
....a mi abuelo, que me enseñó esa cultura artística de "las fallas" y con el que tuve el placer de visitar los "monumentos falleros" durante años...
Fotografías realizadas por José Alonso.
